Doomsday 2012

Veamos algunas de las predicciones más extrañas acerca de El Fin del Mundo

El ser humano, desde que es humano, y con todas las connotaciones peyorativas que se os ocurra sumar al concepto, vive bajo la obsesión de un mal mayor, un castigo divino, y un Juicio Final, donde habrá que rendir cuentas por nuestras fechorías. De momento ese día aún no ha llegado, aunque cerca ya le anduvo un par de veces, y mientras no llegue,las predicciones seguirán siendo fallidas. La última que acaba de caer en saco roto es la de los mayas, pues el mundo no se ha terminado, ni mucho menos, este 21 de diciembre. Sin embargo, mientras lo celebramos también podemos aprovechar para echar un vistazo a otras predicciones, al menos a las más curiosas. Así, en la web io9.com, Lauren Davis escribió el artículo: 8 of the Weirdest Predictions for the End of the World (8 de las predicciones más extrañas acerca del fin del mundo), y que ahora os traducimos.

La gallina de Leeds, y sus profecías: En Leeds (Inglaterra), allá por el año 1806, apareció una gallina poniendo huevos con un mensaje en la cáscara, que decía: “Cristo viene”. Este hecho levantó un grandísimo revuelo y expectación, desatándose todo tipo de conjeturas acerca del fin de nuestros días. Evidentemente la profecía no llegó a cumplirse, pues era todo una farsa. El dueño de la gallina grababa los mensajes con ácido, y luego los volvía a introducir en el animal, haciendo creer a la gente que los huevos eran recién puestos.

Isaac Newton, y su fecha para el Juicio Final. Newton ha pasado a la historia de la ciencia por méritos propios, sin embargo, en sus ratos libres también utilizaba sus conocimientos en pos de la teología, y así, en una peculiar reinterpretación de la biblia, llegó a predecir el Fin del Mundo. Dicho evento lo situó 1.260 años tras la refundación del Sacro Imperio Romano llevada a cabo por Carlomagno. Fecha que calculó a partir de un pasaje de la Biblia del Libro de Daniel. Haciendo los cálculos, si los damos por válidos, el mundo acabará en el año 2060, según nuestro actual calendario. Aún falta mucho tiempo, así que tranquilos. Que no cunda el pánico.

La invasión extraterrestre de Clarion. Allá por el año 1954, una humilde ama de casa de 54 años de edad, residente en Chicago, y de nombre Dorothy Martin saltó a escena alertando a los cuatro vientos que una invasión alienígena se produciría al año siguiente, dando por terminados nuestros días aquí, en la Tierra.  Esta señora, amante de la cienciología y el fenómeno UFO, puso como fecha para que esto se produjese el 21 de diciembre de 1954. Sin embargo, los extraterrestres de Clarion pasaron de largo, y esta señora, líder de la secta “Brotherhood of the seven rays”, se vio obligada a tragarse sus predicciones, algo que no hizo de buena gana, y le llevó a recibir ayuda psiquiátrica.

El cometa Halley, barrerá todo rastro de vida en la faz de la tierra. En el año 1881 un astrónomo publicó sus revelaciones acerca de los cometas y su composición, donde se hallaban fuertes concentraciones de un gas mortal tipo cianógeno. Un artículo de corte científico de escasa relevancia para el público en general, hasta que, de repente, todo el mundo se volvió loco con él, cuando los avispados del New York Times decidieron vender ediciones como churros al aprovechar el paso del Halley, en el año 1910. Aquello fue una historia pulp hecha realidad. Las calles hervían de pánico, en algo muy similar a la invasión marciana radiofónica de H.G. Wells. Mucha gente, incrédula de los desmentidos por parte de la comunidad científica, optó por el suicidio, entre los días 18 y 19 de mayo. Obviamente, nada malo sucedió, ni en el año 1910, ni en el año 1986, cuando el cometa nos volvió a visitar.  Un fenómeno de masas como el que se produjo con esta historia fue la fuente de inspiración para la novela The Poison Belt, de Sir Conan Arthur Doyle, en el año 1913

El Efecto Júpiter (1974). Aquí tenemos otro Fin del Mundo de corte científico, de hecho fue vaticinado por dos astrofísicos que se hicieron de oro gracias a su bestseller “The Jupiter Effect”. En suma, la teoría que pregonaron se basaba en los supuestos efectos que tendría una alineación de los nueve planetas de nuestro sistema solar el día 10 de marzo de 1982. Estos dos astrofísicos,  John Gribben y Plagemann Stephen, postularon que las fuerzas gravitatorias resultants de dicha alineación tendrían catastróficas consecuencias en nuestro planeta, en forma de terremotos y graves cambios climáticos.  Finalmente la alineación se produjo, aunque por fortuna sin consecuencias aparentes.

Space God Appears on TV (1998): Existen infinidad de sectas acerca del fin del mundo, aquí tienes una lista: The New York Times published a convenient list of millennial doomsday sects in 1999. Hon-Ming Chen era el lider de una de estas sectas (True Way), también conocida como God's Salvation Church, y predijo que Dios, a su imagen y semejanza, aparecería en todas las televisiones del mundo, el 25 de marzo de 1998, concretamente en el canal 18, con el objeto de llevar a los seguidores de Chen a un lugar más allá de la vida, mientras el resto de la población perecería entre dolorosos retortijones, por infieles. Por si esto fuese poco, este iluminado indicó que la nave de Dios Todopoderoso aterrizaría en Garland (Texas), para embarcar a todos sus seguidores. La mayoría de ellos eran Taiwaneses, así que se desplazaron a Texas, para estar más cerca el día de la fecha, y no perderse el pasaje. Pero no podían vestir de cualquier manera, no, debían llevar batas blancas y sombreros de vaquero. ¡Toma ya! Lo más increíble ya no es que fuese capaz de hacer creer semejantes estupideces a un buen número de personas, sino que, después de fracasar en sus predicciones, aún hubo quien le siguió hasta Búfalo, donde continúo con sus chifladuras.

El planeta X y el Fin del Mundo.  Con esta profecía retomamos las ideas visionarias y catastrofistas de otra mujer, que como poco, logró hacerse más famosa que los cierres con velcro. Resulta incomprensible como la gente puede darle pábulo a estas teorías, pero lo cierto es que sucede. Esta mujer, de Wisconsin,  se llamaba Nancy Lieder, y sus teorías saltaron a la palestra en el año 1995, llegando a crear incluso la web Zetatallk.com. Lo que venía a decir es que había sido abducida por extraterrestres del planeta Zeta Raticuli, y que le habían implantado un transmisor en su cerebro que podía utilizar para comunicarse con ellos. Es de suponer que las conversaciones serían del todo interesantes, y entre unas y otras, estos alienígenas le revelaron un terrible acontecimiento que pronto acabaría con todos nosotros. El motivo sería la colisión del Planeta X con la Tierra, destruyéndola.  El Planeta X lo describió como del doble de tamaño que el nuestro, y por las similitudes, pronto se identificó con el planeta Niburu, también conocido como Hercólubus o La Estrella Oscura. Un planeta errante, que pasa cerca de la tierra cada 3600 años, y sobre el que se ha escrito mucho desde el punto de vista de la mitología, pues su existencia está más que cuestionada. Como suele ser habitual en este tipo de sucesos, Lieder le puso fecha y todo, concretamente el 27 de mayo de 2003. Obviamente ese día no ocurrió nada, y Lieder trató de excusar con más mentiras, trasladando la nueva fecha para diciembre de 2012, es decir, ahora ¡Dios mío!

Bugaranch, último refugio. Esta predicción es anónima. Nadie sabe de dónde salió, pero ahí está, de boca en boca, y ganando adeptos cada día que pasa. Lo que viene a decir es que el 21 de diciembre ocurrirá un gran cataclismo, y el único lugar seguro de la Tierra, será el pico francés de Bugaranch. Esto, que más bien podría ser una campaña de publicidad para poner en valor un enclave tan hermoso como éste, puede que en realidad no sea más que una broma pesada que se les ha escapado de las manos a sus creadores, pues según parece en el día de hoy, las autoridades francesas se han visto obligadas a blindar este pequeño pueblecito de 188 habitantes, ante las oleadas de fanáticos que pretenden visitarla, no para probar su queso de cabra, que también, sino porque son los más listos del mundo, y quieren salvar su pellejo, allí, en Bugaranch. Ver para creer.