Drone USA | Aviones no tripulados

Primer drone capaz de aterrizar por cuenta propia. Estamos ante un hito histórico. Las máquinas al poder, y los drones los primeros de la lista

Todavía restan unos cuantos años antes de que Skynet tome el control del mundo y dirija todos los drones habidos y por haber contra los humanos. Pero cada vez estamos más cerca. La armada de los Estados Unidos, quién sino, viene de hacer público un evento histórico, acaecido el pasado miércoles, 11 de julio de 2013, cuando un prototipo de drone, es decir, un avión no tripulado, logró realizar un aterrizaje perfecto sobre un portaaviones, sin estar dirigido de forma remota por humano alguno. Complejos algoritmos matemáticos habían tomado el control absoluto de la aeronave ¡toma ya!

Para bien o para mal, la industria militar es la que más tira del carro de la innovación tecnológica, y no pocas veces muchos de estos avances son posteriormente refrendados como indispensables aplicaciones para la vida civil. Es el caso del radar y el horno microondas, por ejemplo, así que en cierto modo, algunos dirán que no hay mal que por bien no venga, aunque todo sea siempre discutible. El caso es que en un futuro de máxima tecnología, donde las máquinas hagan prescindible el factor humano, y así podernos todos ir a la playa a tomar el sol, la inversión que haga esto posible ya sabemos de dónde vendrá, y con qué objetivo. Aunque también es cierto que si todos somos prescindibles a ver qué será de nosotros, y si tanto avanzan las máquinas, puede que algún día se den cuenta de quién sobra y quién no. Ya veremos como acaba todo esto.

En cuanto a la noticia, Matt Winter, contraalmirante a bordo del portaaviones George HW Bush, sito en algún lugar cercano a la costa de Virgina, y director de un proyecto como éste, valorado en 1.400 millones de dólares, y ocho años de desarrollo, sentenció:  “No tuvimos a nadie pilotando el aparato desde la lejanía. Usamos pautas automáticas y algoritmos”. Con estas palabras se refería al prototipo drone modelo X-47B, proveniente de la base aérea de Patuxent (Maryland), en vuelo a lo largo de los 170 kilómetros que separaban ambos puntos, y bajo la atenta supervisión de dos F-18 a modo de escolta. 

Atrás quedan los modelos drone tipo Predator o Reaper, que necesitan ser controlados de forma remota en todo momento. Un nuevo futuro se abre ante el campo de batalla, donde la ciencia ficción dejará de ser ficción, y sí ciencia, o magia como dirían los antiguos.

Parafraseando a Neil Armstrong… Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para Skynet

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