Hace ya mucho tiempo que había perdido toda esperanza de volver a disfrutar con una nueva entrega de Rambo, y es que los años no pasan en balde. Además, fueron muchos los rumores y cambios de dirección que, año tras año, ocupaban las páginas de revistas cinematográficas sin que hubiese nada concreto [Hunter, lo último de Silvester Stallone; Rambo 5 ya tiene título: Last Blood] excepto una cosa: el tiempo pasaba y Rambo parecía no despertar de su letargo. Ahora, por fin, 10 años después de su última aventura, regresa, y lo hace para despedirse. Rambo V cierra un ciclo formidable y además con los galones que se merece.
Acabo de ver esta película y creo que su recuerdo va estar durante un buen tiempo dando vueltas dentro de mi cabeza. Espero no volverme loco por ello. La verdad, es que no sé ni cómo empezar esta crítica. Quizás tenga que ver con eso del Síndrome de Stendhal, según el cual un espectador pude sufrir un terrible cortocircuito en la azotea, así como un pinchazo en su bomba sanguínea, cuando no es capaz de interiorizar tanta belleza. Vamos, que el éxtasis se te come vivo, y esto es lo que aquí un servidor experimentó según avanzaban las peripecias del Joker. No sé qué pasará en un futuro más o menos próximo, pero creo que esta película supone un punto de inflexión determinante en lo que a los personajes de cómic se refiere, al menos en su concepto de traslación a la gran pantalla. Joker es una película magnífica, fabulosa, y desde luego no es nada fácil analizarla.
Ya tenemos con nosotros «Aniquilación», otra de las películas más esperadas de ciencia ficción en lo que al presente año se refiere: Mejores películas de Ciencia Ficción que se estrenarán en 2018. Y, curioso, muy curioso el planteamiento de la misma, que juega con las metáforas como ninguna otra. Todavía no sé si todo es fruto de la casualidad o la improvisación o, por el contrario, de un elaborado plan cuyo último objetivo no sea otro que, probablemente, tomarle el pelo al pobre espectador. Aunque viendo la exultante crítica que uno se encuentra por la red, quizás haya dos versiones de la misma película, porque la que yo he visto de «ciencia ficción inteligente», «poesía audiovisual» o «nuevo clásico de la ciencia ficción», pues más bien tiene poco o nada; o quizás, dicho elaborado plan sí que ha tenido éxito, y de qué manera. En tal caso aquí un servidor, una vez más, como la nota discordante. En las líneas que siguen os ofrecemos nuestra crítica y explicación de Aniquilación (2018).
Cada nuevo año el sufrido espectador siempre debe afrontar el mismo reto, ver cubiertas sus expectativas y no sentirse defraudado. Pues bien, que os llevéis una grata sorpresa o que salgáis echando pestes del cine por los cuartos malgastados, es cosa vuestra, pero para que os vayáis haciendo una idea de lo que nos espera a todos, aquí os dejo una selección de los principales títulos que se estrenarán a lo largo de este 2018. Ahora la pregunta es, ¿cuál tienes más ganas de ver, y cuál crees que será el fiasco del año? En lo que a mi respecta, en el 2017 la película que más deseaba ver era la de Alien Covenant, y también fue la que más me decepcionó. Luego hubo algunas sopresas inesperadas, como Déjame salir (2017); Kong: La Isla Calavera (2017); La autopsia de Jane Doe. ¡Peliculón!, pero todo esto ya forma parte del pasado. Este 2018 no tengo ningún título que me gustaría destacar por encima de cualquier otro, donde la mayoría son remakes, secuelas y cine de superhéroes, lo que ya de por sí no me dice mucho. Quizás la que más me interese sea la de The Predators, aunque a día de hoy apenas hay información relevante para hacernos una idea de lo que podemos esperar. Ahí va la lista.
Bajo la falsa apariencia de un thriller moderno, uno de esos que además de mantenerte en vilo desovillando toda suerte de giros inesperados, también trata de remover conciencias propias y ajenas, a través de la denuncia social en lo que a tensiones interraciales se refiere, se esconde precisamente todo lo contrario. «Déjame Salir» es una de las mejores películas pulp del año, divertida y gamberra, y que te proporcinará una buena dosis de entretenimiento. Esta película, junto con Kong: La Isla Calavera (2017), y La autopsia de Jane Doe, son las tres que más me han gustado en lo que va de año. Y esta propuesta de Peele, que salta a escena sin hacer demasiado ruido ni llamando a la atención tanto como otras, es cine pulp con mayúsculas, que bien podría protagonizar la página central de «Horror Stories», y a la que no le falta ese toque especial de fantasía y humor, saltando con gran habilidad de un género a otro. Ahora bien, el mayor éxito de la película es no saber de qué va, así que... si continúas leyendo esta crítica, ya sabes a lo que atenerte. Los spoilers que vamos a desmenuzar os arruinarán su disfrute, así que… ¡avisados estáis!
El cine ochentero y la literatura pulp son compañeros de viaje inseparables, de hecho son como uña y carne. El problema, sobre todo para los amantes de este tipo de historias, es que ni estamos en los ochenta, ni el pulp está de moda (esto…, sí, sí que lo está y cada vez más, ¡eh!, al menos por la parte que nos toca). Lo cierto es que, centrándonos en el mundo del celuloide, las películas actuales son demasiado penosas como para llamar la atención de todo aquel que no sea, o un aguerrido gafapastas, capaz de encontrar la quinta esencia en títulos como: Explicación: La llegada (Arrival, 2016), o un joven palomitero demasiado conformista, disfrutando de su coca cola al son del guasap, con remakes estridentes en modo versión infinita, sin tan siquiera saber o conocer los grandes clásicos, de dónde provienen. Por suerte, de vez en cuando aparece una película diferente que logra lo imposible, esto es, sorprendernos. No hace mucho comenté uno de esos títulos especiales: La autopsia de Jane Doe. ¡Peliculón!, y en las líneas que siguen, haremos lo propio con uno que nada tiene que ver, pero que entretiene como pocos. Hablamos de Kong: La isla calavera (2017).
Soberbia película de terror que, sin saber ni esperar nada de ella, me ha devuelto la ilusión y la confianza por un género en horas bajas. Es prácticamente imposible encontrar una película a día de hoy original, y que esté bien hecha, pues todo son remakes, secuelas y otras tonterías al uso, que flaco favor le hacen al séptimo arte y, en concreto, al género que nos ocupa, el terror puro y duro, el misterio, el miedo a lo desconocido y la necesidad de encontrar respuestas, aunque te vaya la vida en ello. Sin embargo, no todo pueden ser elogios, puesto que La autopsia de Jane Doe no es una película perfecta. Podría haberlo sido, pero no, no lo es, y esto se debe a su última media hora, donde todo ese buen hacer del que hace gala durante el planteamiento, se derrumba como un castillo de naipes cuando toca el último acto, el desenlace.
lo único peor que tu ignoranci...